[Ríe de buena gana por lo bajo] ¡No, por favor ¡Ese es exactamente el asunto! Un hombre de mi edad hubiese sabido que era su hora hace unas cuántas décadas atrás, y se hubiera dado por más que satisfecho.
Pero en ese entonces yo todavía tenía demasiadas cosas que hacer, y al parecer la Muerte hizo gentilmente la vista gorda.