[Al sentir tus colmillos atravesando su piel, no puede hacer más que liberar un suspiro ahogado. Un dolor invadiéndolo por completo fusionado con el tuyo, su hambre y la tuya haciéndose uno. El placer que siente es fuerte, así que sólo se aferra hacia ti con fuerza, cerrando sus ojos y dejándose llevar, dispuesto a dejar que bebas de él lo que desees.]