La magia y las criaturas nacidas de las mismas tarde o temprano tienden a dejar de existir cuando se deja de creer en ellos. Pero más que el olvido, nuestro verdadero enemigo es el temor de los humanos a lo desconocido y diferente.
Pero aquí estamos a salvo de eso. Al menos son más los humanos tolerables que los que nos temen.