[Saca un sillón del hammerspace, te sienta y te muestra un álbum de fotos. Y sí, las fotos siguen la secuencia de lo que narra]
El gato que tengo como mi identidad secreta tecleó accidentalmente la clave que activaba un bug en un chip de computadora que mi familia me regaló en Navidad. Ese bug me hizo entrar en la máquina y ahí me transformé en la maravilla que soy ahora.
Por cierto, también tengo todo el internet en la cabeza.