[Traga por inercia, porque no puede hacerlo de otra forma, y succiona hasta la última gota. Luego aparta su boca, deja caer la cabeza, su mejilla contra tu muslo. Su orgasmo continúa sacudiéndole el cuerpo, incluso cuando ya no queda semen en él por derramar, y está sensorialmente sobrecargado; vuela alto y ligero y no está pensando. Sólo sintiendo el adictivo placer que le recorre cada terminal nerviosa, que borra todo pensamiento. Es incapaz de moverse de donde está, miembros pesados. Existe en otro tiempo y espacio donde nada puede alcanzarlo.]