[La chica llamada Chuck estaba acostumbrada a soñar con el pastelero. A soñar que podían tocarse sin tener que esperar los leves momentos en que Nadalandia lo hacía posible. A soñar con esos momentos ahora que el pastelero no estaba ahí.
Así que no pensó nada fuera de lo normal cuándo su sueño se sintió más real de lo habitual, sonriendo en su sueño en que el pastelero llamado Ned estaba ahí otra vez y ella podía poner su cabeza en su hombro sin temer que esto fuera a significar su muerte completa.]