...Fay, no te preocupes. Yo no puedo relajarame cuando sé que alguien cercano a mí está sufriendo o se siente mal física o espiritualmente.
[Le sonríe tiernamente] ...Sé cómo te sientes. No te preocupes, sé que va a estar bien. Y te aseguro que jamás permitiré que nada malo le pase a ninguno de los que estamos aquí. Te lo prometo.