[También se percata de ese cambio repentino. Aprovecha la cercanía y coloca una mano sobre tu mejilla deslizándola lentamente.]
Pobre Oz... haber sido sometido a algo como eso. Corrompido por la voluntad oscura de este sitio.
[Te jala hacia delante de la mano que tienes apoyada sobre la cama. Justo cuando sus labios se encuentran a unos escasos milímetros suelta una risita.]