Lo que todos merecemos es ser felices: es obvio que no pude hacerla feliz, y tampoco fui un buen amigo si no pude darme cuenta que un amigo estaba sufriendo de es forma, así que comparto la culpa con ellos. Claro que duele que hayan decidido no decirme nada y que hubiéramos podido conseguir alguna solución.
[Su tono revela una muy, muy leve bitterness, esa bitterness que tiene años de estarse cosechando]
Si bien, no es la primera vez que enfrento algo así. Poco importa ya. Sólo espero que Guinivere y él sean felices y que sean lo suficientemente listos para no dejar que mis hombres los encuentren y tenga que tomar medidas al respecto.