Es que la forma de conocimiento de tales datos sólo puede ser de dos maneras: 1) de boca en boca y 2) cuando yo me acerco a todo habitante para pedirle que participe si gusta, yo mismo se lo explico. Cuando esto empezó éramos menos de cien personas, por lo que nunca pensé en la necesidad de poner una gran nota tamaño gigante y color neón que diga "hey, cada cierto tiempo hay censos".