Se dice que el Verloren, el dios de la muerte, mató a la hija del Creador y huyo a la tierra, liberando a los Kor, seres que se alimentaban de las almas de las personas. Para poder atrapar a Verloren, el Creador envió a siete luces celestiales, los siete fantasmas, para poder apresar a Verloren y hacer que dejara de cometer atrocidades.