¡Médico y viajera! Ambas preciosas labores, en especial la segunda. Me resiente que los doctores mortales confundan mi caduceo con la vara de Asclepio, pero supongo que tendrán la cabeza ocupada con otras cosas para fijarse.
Me gustaría oír esa historia alguna vez, si se puede. Suena interesante y entra dentro de mis intereses.