[Se deja atraer por tí, queriendo estar lo más cerca posible. El sonido de tu voz se siente apenas, pero puede escucharlo y puede sentirlo contra sus labios y te cree. Te está dando su corazón y no lo estás rompiendo. Jadea, y se le escapa un sonido que casi se escucharía como un sollozo, si no cargase tanta alegría.]
[Mete sus manos bajo tu abrigo para abrazarte mejor y murmura tu nombre en respuesta, contra tus labios. No quiere dejar de besarte. No quiere que lo sueltes.]