[No respira mientras tu silencio se prolonga, su corazón colgando de un hilo tenso y delicado pese a que todavía no estás apartándolo.]
[Tus palabras le devuelven el aire. Exhala, trémulo, y se aferra fuerte a tí, sobrepasado por la intensidad de lo que está sintiendo ahora mismo. Repitiendo lo que acabas de decir una y otra vez en su mente y deseando y necesitando tanto, por favor, por favor que sea verdad.]
[Alza el rostro. Tiene los ojos húmedos, y su sonrisa es extremadamente frágil ahora mismo. Bajito, como ofreciendo:] ... ¿Tuyo?