[Tampoco él lo profundiza. Más que un beso, te está acariciando con sus labios, presionando muy tiernamente.]
[Dibuja pequeños círculos con el pulgar en tu pómulo, todavía acunando tu mejilla, sintiéndola tibia. Exhala, y un quejido casi inaudible se cuela en su respiración. Siente que su corazón se está desbordando.]