Es así con todos. Tu opinión es bien ponderada a sus ojos, y así tu fuerza. Su consideración es consistente-- lo fue eones atrás, en los ciclos previos al cambio, y lo es ahora. Tu capacidad-- el lugar que te has ganado a su lado es uno que tus méritos acuñaron con infalible atino, uno que no será usurpado, tanto menos descartado.