[Oh, la siente. La siente, y le eriza la piel. Sabe que aquí no es ni la mitad de poderoso que en casa, donde sus amigos le dan su fuerza. Allá donde pudo vencer a Nyx y sellar a Erebos.]
[Pero no se va a rendir. No le gusta nada la idea de una pelea a muerte con otro ser humano, pero corre hacia tí con el sable en posición, dispuesto a atacar primero esta vez. Lanza un mandoble hacia la mano en que tienes puestos los anillos.]