[Y llegan, una vez ahí te guía hasta el pizarrón con los nombres.] Veamos~ [Busca tu nombre. Lo buenos es que es más fácil por que brillan.] ¡Ajá! [Un brazo brota de la pared (si, no es tu imaginación, ha brotado ~de la nada~) para señalar con más facilidad tu nombre y el número de tu habitación.] Parece que su habitación está en el tercer piso, Pistolero-san.