[Se acerca a Pato, la abraza y así sigue contando]
Imagínate cómo se sentía el pobre muchacho, desesperado. Si no era el mundo, era la persona a quien más amaba. Pero, ¿sabes? Jamás se daba por vencido. Era sorprenderte verlo reafirmando sus objetivos a pesar de que todo parecía imposible. Logro curar a la niña, logró encontrar la forma de salvar el mundo, sin que nadie tuviera que sacrificarse.