No te estoy corriendo, Sana-chan. [Se arrodilla, tomando tus manos] A Ban-chan y a mi nos da mucho gusto tenerte con nosotros, pero si quieres estar con Aeris-san otra vez, está bien. No es cómo si nos fuéramos a ir, y siempre que quieras puedes visitarnos.
Pero si quieres quedarte, también puedes hacerlo. ¿Te lo dijimos, no? También es tu casa.