Ese nombre es muy bonito, también existe en mi mundo. [sonríe y ni se le ocurre pensar que puedan ser las mismas almas; al fin de cuentas, es sólo un nombre] En fin, tal vez nunca sepamos si mi mundo es el de su amigo, Fay-san.
Aunque es curioso que conozca gente de otra dimensión. No es algo usual.