☂ the 64th hexagram :: ☲☵ (kirisame) wrote in mansion_fan, @ 2010-11-13 20:10:00 |
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Current mood: | geeky |
Entry tags: | *fic, autor: kirisame, personaje: hermes, personaje: leo valdez |
Para ahorrarme selfcesto
Es lo que pasa al tener musos de canons diferentes pero compatibles, que a juro se tienen que conocer pero qué pereza hacer thread selfcestuosa para reflejarlo. Sé que sólo es relevante a mis intereses y de nadie más, pero acá va para que me acuerde más tarde.
Título: ¿Seguro que no puedo desmantelar las máquinas de tu gimnasio?
Autor: kirisame o7
Personajes: Hermes y Leo Valdez
Advertencia: ¿La mun de ambos nerdeando mitología?
Cuando le habían dicho a Leo que una de las maneras de ganar dinero (¿rupias? ¿estás de broma? ¿...no, es en serio?) era matar criaturas como si fuera un videojuego, se lo creyó. Es decir, si lo primero que ves al llegar a un lugar son superhéroes de comic y robots gigantes, ¿cómo te vas a cuestionar nada más? Qué va, lo primero que fue a hacer fue sacar un casco con linterna de su cinturón y meterse derechito a las cuevas. Tal cosa le hubiese aterrado hace una semana, cuando el mayor problema en su vida era si el entrenador Hedge lo pondría a limpiar las duchas del colegio, como castigo por el mod de voz que le iba a instalar a su megáfono como broma pesada. ¿Pero ahora? Fffff, una tontería. Salió lleno de moretones y rasguños, pero con los bolsillos llenos y satisfecho.
Y lo primero que vio al salir del bosque, por supuesto, fue la posada. Tenía bastante sentido con la temática. Y si iba a hacer las cosas en plan Final Fantasy, mejor hacerlas enteras. Una de sus rodillas estaba raspada de todos modos, e ir caminando hasta la mansión con sólo remojarla en merthiolate iba a ser fastidioso. Hagamos esto.
Fue una desilusión que el recepcionista, en ves de ser una chica linda con vestidito medieval, era un tipo en sus veintes con un sombrero fedora viendo videos en Youtube. Eso rompía un poco la experiencia para Leo.
-Buenas tardes, bienvenido seas. ¿Habitación, correo, gimnasio, cibercafé, o punto de guardar? Por tu aspecto lamentable, asumiré lo primero.
-Sip. Y yo pensando que era sólo una posada de juego de rol, bro -silbó Leo.
-Ofrecemos muchos servicios, chico -el joven sacó una llave dorada.
Después de pagar al extraño, subió a la habitación en un ascensor de acero reluciente (de nuevo se rompió la ilusión), y fue a su habitación. Se veía un poco más lujosa y confortable que los cuartos de la casa, aunque sin llegar a ser exactamente un Hilton. Al menos podían tratar de que se viese más medievalosa. En fin, Leo se tiró a una de las esponjosas camas y enseguida le sobrecogió el sueño. Pudo jurar que escuchó un par de acordes musicales antes de quedarse dormido, pero nunca supo si era o no su imaginación.
Al despertarse y comprobar que estaba más sano que nunca, examinó todo. Había mentita en la almohada, que se comió. Habían toallas blancas en el baño que invitaban a ser robadas, pero a no ser que mañana despertara en el espacio exterior -hey, era posible, a saber- no le veía el sentido de ir por ahí cargando una toalla. Lo único distinto a un hotelito normal americano de su mundo era que en la mesilla de noche, en vez de una Biblia de bolsillo, había una copia de los Himnos Homéricos. Se preguntó si el dueño de la posada sería un pagano loco o un griego antiguo, o si bien el libro cambiaba dependiendo de las creencias de la persona. De todas formas leyó el corto poema dedicado a su padre, preguntándose si sabía que estaba acá y le llegaba la parabólica para verle, y luego se metió los himnos en su cinturón. Sería útil saber más sobre los otros Olímpicos, para no depender siempre de su amiga Piper.
Al bajar, el hombre del sombrero levantó la mirada de unos sobres con estampillas. Es verdad, había mencionado que había correo. Parecía estar evaluando algo en Leo.
-¿Dormiste bien?
-Como tronco. Y ni tenía sueño.
-Es parte del poder de las camas. Te llevaste una copia de los himnos.
Ambas frases las dijo como si fueran un hecho, tal como quien recita la tabla de multiplicar del 2. Leo igual se apresuró a buscar en su cinturón para devolverla.
-No, quédatelo. Las cosas de las posadas están para robarlas. Aunque eres el primero que se lleva uno en vez de una toalla del baño o una botellita de vodka del minibar o una caja de condones del botiquín.
-La próxima seré más cliché, lo prometo -sonrió Leo-. ¿Cambian dependiendo de la religión del huésped?
-Claro que no. La administración, digamos, nació en una versión de Grecia y cree en esos dioses en particular. ¿Por qué?
-Nah, pensé que era coincidencia.
-¿Les rindes culto?
Su familia materna había presionado para que bautizaran a Leo en una iglesia católica, y a pesar de haberlo sido para callarlos, su mamá jamás le había dado ningún tipo de educación religiosa y mucho menos cristiana. Hasta hace poco, Leo había asumido que ella se habría pasado al ateísmo. Ahora entendía que meterle el dios de sus abuelos en la cabeza hubiese hecho cualquier encuentro futuro con su familia paterna increíblemente confuso.
-Les he rezado -se inclinó de hombros, y esperó que el hombre no se lo tomara como inicio de una conversación teológica tediosa.
-Tiene sentido -se limitó a decir, y seguía como evaluándolo-. Igual tengo fragmentos de esos himnos regados por casi todo el local, como barrera de protección.
Leo miró a su alrededor, y justo en la pared del ascensor vio un marco con texto que parecía una plegaria. Lo leyó en voz alta con facilidad, algo raro con su dislexia.
-"Hestia, en las altas moradas de todos, tanto dioses sin muerte y hombres que caminan la tierra, tú has ganado una residencia eterna y los mayores honores: gloriosa es tu porción y derecho. Ya que sin ti los mortales no tendrían banquetes, donde no se sirve dulce vino en ofrenda a Hestia en primer y último lugar como se debiera. Y tú, asesino de Argos, hijo de Zeus y Maia, mensajero de los dioses benditos, portador de la vara dorada, dador del bien, sé favorable y ayúdanos, tú y Hestia, la querida y digna de adoración. Vengan y moren en esta gloriosa casa en amistad juntos; porque ustedes dos, bien sabiendo las nobles acciones del hombre, ayudan en su sabiduría y su fuerza."
El posadero se empezó a reír.
-¿Sabías que estos cuadros no tienen la misma tecnología babel que el resto de Nadalandia?
-¿Eh?
-Casi todo el texto acá se traduce a la lengua que quiera el que lo lee, incluso inconscientemente. Pero estos cuadros no; los transcribí yo mismo, para que sirvieran de protección. Mira el poema otra vez, chico.
Leo volvió a mirar, y para su sorpresa, se dio por primera vez cuenta que era esto lo que había leído.
ἑστίη, ἣ πάντων ἐν δώμασιν ὑψηλοῖσιν
ἀθανάτων τε θεῶν χαμαὶ ἐρχομένων τ᾽ ἀνθρώπων
ἕδρην ἀίδιον ἔλαχες, πρεσβηίδα τιμήν,
καλὸν ἔχουσα γέρας καὶ τίμιον: οὐ γὰρ ἄτερ σοῦ
εἰλαπίναι θνητοῖσιν, ἵν᾽ οὐ πρώτῃ πυμάτῃ τε
Ἑστίῃ ἀρχόμενος σπένδει μελιηδέα οἶνον:
καὶ σύ μοι, Ἀργειφόντα, Διὸς καὶ Μαιάδος υἱέ,
ἄγγελε τῶν μακάρων, χρυσόρραπι, δῶτορ ἐάων,
ἵλαος ὢν ἐπάρηγε σὺν αἰδοίῃ τε φίλῃ τε.
ναίετε δώματα καλά, φίλα φρεσὶν ἀλλήλοισιν
εἰδότες: ἀμφότεροι γὰρ ἐπιχθονίων ἀνθρώπων
εἰδότες ἔργματα καλὰ νόῳ θ᾽ ἕσπεσθε καὶ ἥβῃ.