La cuñada arpía ataca de nuevo Autor:laurus_nobilis Personajes: César, Starscream Resumen: Starscream cumple con su deber de hermano. Notas: Mis personajes son horribles, horribles personas.
César ya sabía que su vida era cualquier cosa. Eso ya lo tenía asumido desde hace rato. Pero igual, el multiverso se las seguía arreglando para sorprenderlo de vez en cuando.
Por ejemplo, estaba bastante seguro de que cuando la mayoría de los hombres se preocupaba por cómo iba a reaccionar el hermano de su novia no estaban pensando en un robot gigante del mal.
(Lo más raro de todo era que este robot gigante en particular admitía con orgullo que era “del mal” pero se ofendía con lo de “hermano”. Algunas cosas no las iba a entender nunca.)
Y aunque no pensaba reconocerlo en voz alta… bueno, sí había algo un poco preocupante en tener a un Decepticon y a su sonrisita diabólica esperándote al salir del taller, por más perdedor que fuera.
-Salazar -le dijo, con el tono de alguien que pensaba disfrutar mucho todo este asunto-. Ya era hora de que tuviéramos una pequeña charla.
César se aguantó las ganas de decirle que él no había sido el que se había pasado los últimos días misteriosamente desaparecido en acción, pero algo de instinto de supervivencia le quedaba, después de todo. (Eso, y una partecita de él no quería averiguar si iba a sonar a envidia.)
-Mejor hacerlo de una vez, entonces –suspiró-. No me digas. Más me vale que no haga nada estúpido o me vas a matar lenta y dolorosamente. ¿Cierto?
-¡Bah! Por favor. Como si les fuera a dar el gusto –Starscream sonrió todavía más-. Me hiere que pienses esas cosas de mí. ¿Nadie te avisó que ahora estoy reformado? Soy un modelo de conducta, en serio.
-En serio –repitió César. Starscream asintió con una cara de inocente que daba bastante más miedo que su expresión enojada usual.
-Por supuesto. Así que, si alguna vez tienen problemas, estoy disponible para dar mi más sincero y humilde apoyo en cualquier cosa que haga falta. Aunque sea en la forma de una pequeña distracción. Un lindo paseo por el bosque, por ejemplo –dijo, y la sonrisita ya estaba poniendo preocupante-. O una noche de karaoke.
Eso último destruyó la atmósfera mafiosa un momento, sí, pero no dejaba de ser una amenaza considerable. A César casi se le notó en la expresión - casi. Pero estaba bien. Él también estaba acostumbrado a estos jueguitos.
-¿Por el bosque, en serio? Para eso no hace falta esperar que pase algo malo. Seguro que a Skyfire le encantaría hacer un picnic en familia.
-Sí, sí, pero eso diferente. Hay sectores de gran interés científico donde no te convendría meterte solo –siguió diciendo Starscream, sin perder un instante-. Quiero decir, Blackarachnia tiene su laboratorio quién sabe dónde. Y no todos los Decepticons son tan respetuosos del público en general como yo lo soy. Sería una verdadera pena que a alguien como ella le diera curiosidad por ver cómo interactúan los nanites con el organismo humano, por ejemplo.
… cara de póker, Salazar. Cara de póker.
-Sí, escuché algunas cosas sobre ella –dijo, y era verdad-. En realidad, lo más probable es que a una mente científica con esas… tendencias ya le debe haber dado curiosidad hace rato.
(Que también era verdad. Y gran parte de la razón por la que seguía tentado a poner un par de Cerebots a seguir a Rex. Pero ése ya era otro problema.)
Starscream se encogió de hombros.
-Tal vez, pero aún así… Es mi deber recordarte que te mantengas alerta. Ya sabes. Como familia.
-Por supuesto –César se dio el gusto de sonreírle abiertamente-. Seguro que Ema lo va a apreciar.
Eso sí hizo que la sonrisita de Starscream se notara forzada por un instante. Ah, tal como pensaba. Ahí estaba la falla en el plan. La idea de que se comunicaran abiertamente era algo que ni siquiera había considerado.
El juego estaba por quedar en tablas a pesar de todo, oh Comandante.
-Si llegamos a eso, quiero decir –respondió Starscream tratando de hacerse el desentendido-. En realidad no depende de mí.
-Sí, en realidad preferiría quedarme con el picnic –dijo César-. Así que no deberías preocuparte.
-Claro.
-Claro.
Starscream se quedó mirándolo un instante más (evidentemente no había planeado su salida triunfal en tanto detalle como su entrada) y después sólo se transformó y se fue sin decir nada. Estaba claro que daba por cumplida su misión.
Por su parte, César consideraba que la cosa también le había salido bien después de todo. Y en realidad no tenía por qué hacerse demasiado problema. Tener una buena relación con Ema ya era parte de sus planes desde el principio. Así que ahora lo único que lo preocupaba era un pequeño detalle.
Todavía le faltaba tener esta misma conversación con Megatron.