"¡Pero tienes que comer!" su lado sobreprotector brincó a la protesta de Alain. No obstante, sabía él perfectamente cuando interrumpirla, ¿no? Estaba por pensar en voz alta cuando le puso la tarta de manzana y titubeó hasta no decir nada. LA TARTA DE MANZANA ERA SU FAVORITA. Qué golpe tan bajo, obviar la gula de Justine en contra de la preocupación que sentía por él. Por reacción, giró los ojos hacia la tarta, pero no la tomó. No enseguida. —Gracias, pero —lentamente se acercó la tarta y apretó los labios, incómoda por su propia falta de palabras— ...¿seguro que no quieres comer un poco más? ¿Sólo por acompañarme?. Esta es mucha tarta sólo para mí.