Para una situación así, honestamente, las palabras quedaban de sobra. Qué más le hubiera gustado que levantarse para abrazarlo, pero, uhm... no. No había hablado en serio, por cierto. No consideraba a Alain tan loco como para aventarse el trabajo de 5 días en 1. Eso sólamente ella lo hacía. A falta de rápida respuesta, gesticuló un 'oh', sintiéndose más idiota que un perro persiguiéndose la cola. Sabía lo incómodo que era ese tema para él. —Salúdamela de mi parte —sugirió, dedicándole una sonrisa que se quedó congelada en su rostro, de manera tensa, por no saber qué decir después "..." —¿Por qué no...? Ahm, intentas acabar primero lo de tu plato. Estoy segura de que no te levantaste tan tarde como yo, y no vas a... no puedes esperar que te caiga inspiración con el estómago vacío. Imagínate que hay gente que se pone de mal humor cuando no ha comido nada, u otros que alucinan formas de alimentos en... otros.
OK, no estaba muy segura de lo que acababa de decir. Lo último que dijo lo hizo con tono lento y dudoso. Pero bueno, todo fuera por distraer a Alain de sus preocupaciones con uno de sus bobo debrayes "¡¿?!". Se quedó viendo un plato de comida, ligeramente ceñuda.