*Cierro el periódico después de haber estado leyéndolo por si había alguna noticia que pudiera ser un caso, sin éxito alguno*
Nada, por estos lares todo está la mar de tranquilo. De hecho todo este mes ha sido bastante tranquilo. Bueno, eso si no contamos el cargarnos a ese demonio que tenía aterrorizados a los Evans. Fue una suerte que Connor estuviera también, porque era un trabajo no para dos hombres no, incluso para tres. Al menos ahora ya están tranquilos y su hija ha podido regresar con ellos a casa. Y lo mejor es que no sospecha nada de todo lo sobrenatural. Y yo que siempre había pensado que alguien que pusiera un pie en la Roadhouse por narices descubriría que los monstruos existen.... ver para creer.
*Me termino el café y cuando la camarera se acerca con intención de rellenarme de nuevo la taza niego con la cabeza*
- No gracias. La cuenta.
Tampoco tiene demasiado sentido seguir en este estado cuando la noticia más sorprendente que hay és que un tal Raymond Uller ha ganado el concurso de comer tartas en la feria del estado. Nada, creo que iré hacia el sud, en la frontera siempre hay casos.
*Cuando la camarera me trae la cuenta pongo un billete de 10 sobre la mesa y me levanto*
O quizás vaya al este. Hace mucho que no voy por allí.