[Le da un tic en el ojo escucharte así de melancólico. No se sentiría bien agarrarte de las patas y lanzarte al mar si no tienes el atrevimiento de recordarlo.
Mejor inhala profundo, el aroma a hogar le llama por todos lados. Se quitará los zapatos para dejar que el agua toque sus pies, así van quedando marca de sus huellas en lo que camina por la orilla.
Le duele que sea un atardecer muy bonito el que está presenciando, y tú estás ahí.]