[Le empieza a preocupar el hecho que tu sangre tenga un sabor extrañamente placentero, trata de no dejarse llevar... aunque le requiere bastante voluntad para dejar su cabeza en orden.
Con su lengua roza la herida, deteniéndose de pronto cuando su cuerpo de tensa, retirando su boca a centímetros de tu brazo.]