[Chasquea la lengua. A ratos pestañea con lentitud, como si con eso tal vez pudiese apaciguar inconscientemente la sensación de malestar en tu cuerpo dada su habilidad. Sin embargo, sigue ahí, mirándote fijo.
Mientras más le niegas algo, más le provoca presionar sacar algo nuevo de ti.] Ahhh, no sé. Si me golpeas tal vez se detenga.