nonsensepeople (nonsensepeople) wrote in bttpfics, @ 2010-04-27 19:33:00 |
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Chapter V
Estaba sentada en la misma mesa al lado de la ventana, desayunando los mismo huevos con tocino de siempre. Veía su plato con aburrimiento, luego observó la calle a través de la ventana. Esperanzada de verlo pasar por allí. Pero no, no estaba, ni iba a estarlo. Por supuesto que no. Le había dicho que salir con él había sido un error. ¿Que podía esperar de él después de eso?, nada, no tenía la moral de exigirle nada. Se sentía como una basura, culpando a sus impulsos por sus deseos de verlo cada mañana, desayunando con ella, hablando con ella. Era terrible sentir su ausencia, era como perder a su mejor amigo.
Repitió esa rutina por meses, ya ni siquiera compraba desayuno. Había adelgazado como tres kilos por eso. Recostó los codos sobre la mesa y se tapó la cara con las manos. Escuchó como alguien se sentaba en el puesto de en frente.
-Sabía que volverías- Dijo sonriendo para sus adentros mientras bajaba las manos -¿Alfie?- Miró a su nuevo acompañante confundida.
Él alzó una ceja -¿Esperabas a alguien más?- Preguntó sorprendido.
Negó con la cabeza -No, es solo que no te esperaba- Sonrió para cubrir su mentira. Alfie la conocía muy bien, su mirada de desconfianza demostró que no le había creído, no obstante, luego mostró su fila de dientes poco ingleses con rostro más relajado.
-Te seguí para hablarte de algo que debimos de planear hace mucho tiempo- Hizo una pausa para tomarle una mano -La boda-
Ladeó la cabeza -¿Boda?- Se miró el anillo -Ah, si, cierto, hay que planear la boda- Bajó la cabeza. De lo menos que quería hablar era de eso, especialmente porque el hecho de que extrañe tanto a Matthew la hacía estar confundida.
Alfie estiró una mano y le agarró la barbilla -¿Sucede algo malo?- Preguntó preocupado.
Emma se mordió el labio inferior -No, es solo que, ya sabes, eso me hace pensar en mi familia, en Charlie- Le dijo sin mentirle demasiado. Tener una boda sin ellos presentes era deprimente para ella.
Él se mordió el labio inferior -No podemos hacer nada, Emma, ellos fueron los que te dejaron de hablar, no han querido razonar, si quieres, le podemos enviar la invitación, quedaría de parte de ellos venir a la boda o no- Le sonrió para reconfortarla.
-Sabes que no vendrán, Alfie, ninguno de los tres- Se separó para recostarse del respaldar de la silla -En fin, debo irme, hablamos de esto en la casa- Se levantó y se acercó a él para darle un pequeño beso en los labios como despedida.
No volvieron a tocar ese tema.
Dos años después.
Se sentó en la mesa con aburrimiento, como si su cuerpo pesara mil toneladas. Acababa de pelear con Alfie porque aún no habían planeado la boda luego de tantos meses. Pero se le era imposible hacerlo cuando una parte de ella se había quedado en ese apartamento de segunda con ojos llorosos. La imagen aún le hacía revolver el estómago.
Miró a ningún lugar en especial con la mirada perdida.
-Veo que sigues haciendote la interesante con esa mirada de depresión, Emma. Pues te cuento que no te luce- Le dijo bromeando un joven con cabello corto y castaño.
Emma se sobresaltó y lo miró como si estuviese viendo a un fantasma -¿Matthew?- Preguntó para estar segura. Tenía el cabello muy corto, estaba aseado, con ropa formal. Se veía demasiado elegante para lo que sus ojos estaban acostumbrados a ver.
-No, soy un holograma producto de tu imaginación- Agregó con su viejo sarcásmo. Al menos eso no había cambiado.
Emma no pudo evitarlo y se levantó para abrazarlo con fuerza -Pensé que no te volvería a ver- Le dijo cuando se separó -Ha pasado mucho tiempo- Agregó.
Matthew alzó una ceja -Y yo pensé que no querías volver a verme, ni siquiera se te ocurrió pasar por la tienda un día- Le dijo algo molesto -Tomé eso como un rechazo definitivo, hasta que te vi sentada aquí, todos los días, con esa misma cara de tristeza- Suspiró y bajó la mirada -No quería entrar, tu anillo se notaba a través del vidrio, no creí correcto meterme más en tu vida, pero pensé que hoy era importante venir- Sonrió y la miró a los ojos -¿Tienes idea del porqué?- Preguntó más alegre.
-No, no tengo ni idea- Dijo luego de pensar unos instantes.
-Ayer fue mi audiencia con el Wizengamot- Dijo por fin.
Abrió los ojos -¿De verdad?, ¿Y cómo te fue?- Preguntó interesada inclinándose más adelante.
-Me dijeron que volviera la próxima semana, porque tenían que evaluar mi situación con el jefe (Que me dijeron se llama Crouch) y que lo mejor sería hacer una audiencia con él- Suspiró -Pero ayer me enviaron una lechuza diciendo que se había pospuesto para dentro de un mes. Crouch se ha vuelto un culo desde que a su (Al parecer) excelente secretario lo asesinaron- Rodó los ojos -Un asunto lamentable pero no significa que tenga que cancelar citas de esa forma-
Emma se quedó en el sitio y lo miró fijamente -¿Q-que has dicho?- Pestañeó varias veces. Debía haber una equivocación.
-¿Que me pospusieron mi cita para el próximo mes?, ¿Que Crouch se volvió un culo porque asesinaron a su secretario?- Comenzó a adivinar.
-¡Si, eso!, ¿Cómo que asesinaron al secretario de Crouch?, ¿Quien te lo dijo?, ¿Cuando te enteraste?- No había entrado en pánico porque estaba segura que esa información estaba mal dicha. Era imposible que estuviese hablando de ese secretario.
Matthew alzó una ceja -¿Vives en el ministerio y no te enteras de nada?- Preguntó casi incrédulo.
Rodó los ojos -Los inefables son tan misteriosos como su profesión, a ninguno le importa lo que pase arriba, o por lo menos no con los que yo convivo- Suspiró impaciente -¿Sabes el nombre de ese joven al que asesinaron?, ¿Sabes cuando pasó?- Preguntó inquieta.
-No, no sé el nombre, debe de estar en algún artículo del profeta, que imagino que tampoco lees- Negó con la cabeza -¿Cómo es que no eres una bruja normal que lee el profeta y compra la corazón?, hasta yo hago eso, es lo único mágico que puedo hacer-
-¡Matthew!- Alzó la voz -¿Cuando te enteraste de ese asesinato?- Preguntó con voz lenta y seria.
-Creo que ocurrió hace casi dos años, después de que nos pelearamos- Contestó por fin sin darle mucha inportancia al asunto.
Emma suspiró de alivio. Si ese hubiese sido Charlie, Alfie se lo hubiera dicho en el momento en que él se hubiera enterado. Así que respiró hondo más tranquila -Me asustaste. Pensé que había sido reciente y que la víctima había sido Charles Goulding-
-¡Ese mismo es!, ¡Si!, ya recordé, lo mataron al salir de un bar, según me dijeron, le había robado la chica a un tipo de grandes influencias y con la valentía de asesinar a alguien- Matthew hablaba como si del clima se tratase.
Tragó saliva -Debe de haber algún error, él no pudo haber sido- Le dijo aún incrédula.
-Si, es él, si pudiera te traería el profeta viejo de mi casa, pero no se si quieras esperarme aquí como media hora- Se encogió de hombros.
-Esperaré. Ve, por favor- Se mordió el labio inferior y miró irse casi corriendo.
Mientras el tiempo pasaba, ella veía cada vez menos posible ver el nombre de su hermano en ese artículo. Es decir, ¿Alfie?, ¿Ocultándole la muerte de su hermano?, imposible.
Tenía los ojos cerrado cuando él llegó.
-Aquí está- Dijo jadeando por el camino que había recorrido.
Con duda, Emma tomó el periódico y leyó el gran artículo del frente: "Asesinado funcionario del Ministerio". Siguió el artículo que ponía: "En la noche de ayer el secretario del jefe del departamento de Aplicación de la Ley Mágica, Bartemious Crouch Sr, fue asesinado al salir de un bar desconocido en West End, Londres, bajo el maleficio imperdonable mortal. El jóven, llamado Charlie Goulding, fue encontrado por una dama, de nombre Anne Schellden, esa misma noche dos horas después de su muerte. Aún se desconoce el paradero del asesino, pero el Ministerio está trabajando duro en ello" Miró la fecha del artículo "17 de Diciembre de 1985" dos años atrás.
El mundo se le vino encima. Tiró el periódico en la mesa y comenzó a temblar.
Matthew la miró precupado -¿Que tienes?- Preguntó poniéndole agarrándole una mano para que dejara de temblar.
-Matthew, ¿Alguna vez te dije mi apellido?- Le preguntó con un hilo de voz a punto de quiebre.
El negó con la cabeza.
-Goulding, mi apellido es Goulding- En ese momento colapsó y rompió a sollozar. Se tapó la cara con las manos. No podía seguir allí, tenía que saber...
Se levantó de golpe y sin despedirse, salió disparada hasta la calle. Hasta la casa, donde esperaba encontrar a Alfie allí aún.
Debía encontrar respuestas. Todo parecía recién salido de una pesadilla.