Estudié todo el libro buscando alguna manera de revertir los efectos. Fue lo primero que hice.
Además, sabía que tendría que usarla alguna vez, si quería protegerte de verdad. Sabía que no dejarías de seguirme, incluso al peligro. Así fue como te perdí la primera vez.
No voy a volver a perderte, y te protegeré incluso de ti mismo si es necesario.