[Hay momentos en la vida de una nación, en la que los siglos de violencia, preocupaciones, drama -y sobre todo- tener que soportar jefes muchas veces egoístas e inconscientes, obtienen su compensación.
Momentos como en los que tu jefe te mira afectuosamente, dándote un par de palmaditas por ser tan buena nación –haciéndote sentir como un perrito de paso- y decide que te has ganado unas merecidas vacaciones a una
isla paradisíaca.El
folletito que te dieron dice que el lugar al que tu jefe tan amablemente ha decidido enviarte no está nada mal.
Nada mal.
El día en que te llevan a la isla piensas que esto es algo a lo que definitivamente puedes acostumbrarte, playa de ensueño de arenas suaves y blancas, clima agradable, hermosa vegetación…
Trata de ignorar el hecho de que al parecer, otras naciones que pueden o no pueden simpatizarte mucho fueron enviadas al mismo tiempo que tú a vacacionar ahí.
También intenta ignorar que por algún motivo misterioso,
las cabañas lucen un poco distintas a las del folleto.
Ignora que el medio de transporte que te trajo a la isla huyó rápidamente antes de que pudieras soltar alguna queja y pedir que te devolvieran a tu casa.
Ignora que en ningún momento te informaron cuánto tiempo se supone que pasarás en la isla.
Y por sobre todas, todas las cosas: Haz tu mejor esfuerzo por ignorar que dicha isla está en medio del
Triángulo de las Bermudas.
((OOC: Go wild))