Gyn (casualmentegyn) wrote in teatrodesombras, @ 2011-01-16 16:00:00 |
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Current mood: | melancholy |
Current music: | La oreja de Van Gogh-VOS |
Entry tags: | claimer mode on, fandom:original, tormentas de laúdano |
Título: Rationibus subductis
Fandom: Original.
Claim: Demián>>>Noé, Cassandra.
Extensión: 437 palabras aprox.
Fragmento: Te das cuenta de que caras de campesinos somnolientos se asoman de las casas pequeñas, te miran alzando las cejas, quizás consideran despertar al sheriff o una putada por el estilo.
Rating: T.
Prompt: 76. Hansel y Gretel. Menteoriginal. Tabla experta.
Rationibus subductis
Te alegra ver luz en la distancia, en especial después de atravesar el campo santo. Las sombras a tu alrededor se multiplicaron. Pocas que conocieras: solo las que se atrevieron a enroscarse en tus extremidades, protegiéndote. Les agradeciste con una media sonrisa cansada. Tus zapatos estaban destrozados, tu ropa embebida en sudor, llena de barro. Los arañazos, las mordidas, las heridas que ni siquiera querías reconocer, seguían ahí, quemándote. Pero no les hacías caso. Ningún dolor mayor que Noé. Noé encima de ti. Noé cogiéndote con la gracia de los viejos dragones que has conocido solo en sueños. Oh, esos sueños donde eres un rey. Esos sueños donde eres dueño de todo lo que te rodea y Lamar...Lamar no está muerta en ellos. Es tu reina. Y Noé...Noé tortura a Brian. Te defiende de su banda.
Caminando absorto en esos pensamientos, llegas al parque de la pequeña ciudad rural. Te das cuenta de que caras de campesinos somnolientos se asoman de las casas pequeñas, te miran alzando las cejas, quizás consideran despertar al sheriff o una putada por el estilo. Les enseñarías el dedo medio, pero estás a reventar. Te dejas caer en el tobogán, debajo de la leve lluvia que empieza a caer otra vez. No alcanzó el fango que soportaste hasta la ingle, claro que no, mientras que avanzabas en medio de la noche, medio loco por las voces que querían guiarte en erróneas direcciones, a donde solo te esperaba la muerte en el fondo del bosque.
Una erección te sorprende cuando encuentras en la lejanía de las hierbas silvestres, el olor a madreselva del perfume de Noé. Añoras su cuello, la vena yugular latiendo, la que subyugaba entre sus piernas, la que temblaba contra tu lengua y te preguntas dónde está, si acaso se acaricia las manos, pensando que allí está tu sangre y que solo horas antes, también estaba tu semen, por la brutal venida consensuada que los unió más que nunca cuando vino a advertirte. Duermes y sueñas con él, con que es tu general preferido, que como rey lo condecoras millones de veces y antes de entrar en tu cama, se tiene que arrodillar...
Los anteojos de sol de tu hermana te sorprenden antes que sus manos, que no se atreven a acercarse a sacudirte el sopor. Uno de sus sirvientes sostiene el paraguas por encima de su tocado de trenzas, anudadas en la nuca. Una mueca ambigua está tatuada en sus labios delgados. Y la odias por arrancarte de la fantasía o el delirio de la fiebre, debajo de la lluvia y empapado. Caminas hacia la limusina. Ella arrastra la punta del chal desflecado por el suelo. Lo llena de hojas secas y mariposas muertas. No dices nada, nunca nada, ni una pregunta acerca de cómo supo que estabas ahí.
Número: 58/58.
Título: Ratione materiae
Fandom: Original.
Claim: Demián, menciones de Cassandra y Noé.
Extensión: 228 palabras aprox.
Fragmento: A veces, cuando estás fuera de tu cuerpo, ves a las sombras que te llaman desde los espejos y traspasas los umbrales como Alicia.
Rating: T.
Prompt: 64.Pelota.Tabla experta. Menteoriginal.
Ratione materiae
A veces, cuando estás fuera de tu cuerpo, ves a las sombras que te llaman desde los espejos y traspasas los umbrales como Alicia, desde el placar junto a tu cama, el que está en el cuarto de tu hermana (aprovechas para verla dormir, intentar poner un mechón de cabello desarreglado por detrás de su oreja o bajarle el borde de la falda a la media rodilla, para que no te avergüence) o el de detrás de las copas en el comedor cubierto por polvo, también los de las doce o catorce habitaciones restantes, cubiertos con sábanas para no romperse, olvidados entre sillones que nadie usa o máquinas de coser ya muy antiguas como para funcionar sin que les pises el pedal. Las sombras que siempre te siguen están ahora más cerca que nunca, casi te pierdes entre ellas, escuchas su risa aletear contra tu oído y diluirse como humo líquido. Se siente muy bien, están deliradas y exuberantes. O te cansas, perdido en los lamentos de aquello que abandonaron. Te guían como si fueras un turista de un lugar que conociste bien, hace tanto, cuando eras parte de la población y te dedicas a visitarlo haciéndote pasar por ajeno, para observarlo desde otra perspectiva. Te aburren o te sorprenden. Suben tu ego o hieren tu autoestima. Regresas como si te hubiera pateado Maradona, rabiando o sintiéndote dichoso.