Todo el día | Posada (¿o donde estaba?)
Hay de todo: ropa, joyería, libros, juguetes, discos, arte, artesanía, decoración, flores frescas,
También hay puestos de comida, por supuesto. Además de palomitas, algodón de azúcar, churros, crepes, perros calientes y lo demás que es lo normal y chatarrero de los mercadillos, hay puestos de comida interdimensional exquisita y exótica para que se te haga la boca agua. Todo cocinado ahí mismo en el puesto, calentito y sabroso.
¿Y quiénes son los que atienden, se preguntarán? ¡Pues claro, habitantes de Nadalandia! Algunos a libre elección, algunos obligados por Fuerza Mayor. Tú podrías ser uno de ellos. O tú podrías ser uno de los que compran. O sólo pasear y hablar con conocidos que te has encontrado en el mar de gente. O las tres cosas. Sea lo que sea, diviértete y mézclate.]