Pues no se lo tomó bien. Más bien tomó el rol del "mártir incomprendido" por haberme "tenido paciencia" como usted se lo pidió, la siguiente vez que metí las narices en su matrimonio.
Y que quede para el record, Fräulein Wright, que mi antipatía no se limitaba a eso. Podría parecerse a Herr Brushel, en lo que a mí respecta, e igual hubiese tenido problemas serios con ese chico por ser tan ostra.