... No lo había pensado así, la verdad, pero seh. Digamos que este era un príncipe nerd. Y se llamaba, uh, Tâleb. A Tâleb no le gustaba salir del palacio, ¿de acuerdo? Encontraba el mundo de afuera muy aburrido. Un mar de arena muy, muy caluroso y lleno de polvo.
[Mira al techo y hace un esfuerzo por imaginarse lo que está diciendo también.] Todos los años, después de cumplir la mayoría de edad, los tres príncipes debían realizar una gira por los tres rincones del califato, el califato de... eh. Indrajal. Y al príncipe Tâleb le correspondía el sector de... Abu Simlan, pero siempre se las arreglaba para no ir. Decía que estaba enfermo, por ejemplo, o que el calor del desierto le hacía sentir mal.
Por supuesto, los ciudadanos de Abu Simlan no estaban contentos con esto. El príncipe Tâleb siempre mandaba a alguien más en su lugar, y no se ocupaba de la provincia, y esta estaba descuidada.