[Te escucha en silencio y recuerda todas las veces en las que Bianca y él eran considerados extraños. Todas las veces en las que a Hazel la trataron como algo raro. Todo mucho, mucho antes de que supieran de sus poderes. Incluso, lo excluido que todavía llega a sentirse en el Campamento y lo difícil que le es encontrar amistades. La forma en que ve tu anaconda volverse más y más transparente por el miedo a ser rechazado. Si no te conociera de antes y de los pequeños datos que habrías dado antes quizá habría estado más renuente a aceptar tan sencillo. No en este momento.]
No creo que seas un monstruo. [Mini resoplido divertido] Aunque admito que tus poderes sí me son una sorpresa. Nunca había escuchado de un humano con esa clase de poderes sin que fuese un mago de algún tipo.