[Considera un momento cómo decírtelo, y se mueve para ir a sentarse por ahí, en alguna parte.]
Allá en mi mundo, mi familia es diferente a todos los demás aquelarres de vampiros que conocemos. Ninguno de nosotros se alimenta de sangre humana, y eso se lo debemos a Carlisle, nuestro... padre adoptivo, si quieres llamarlo así. [Sonríe un poco.] Y todo un visionario, si también quieres llamarlo así.
De alguna forma, Carlisle consiguió resistir los terribles primeros años de transformación sin beber una sola gota de sangre humana. Y, casi por casualidad, descubrió que podía sobrevivir perfectamente de sangre animal.