No estoy pidiendo que lo cambies, Nathan. [Para él tú eres el Principito.] No quiero decir que estoy bien, yo... Si llegases a recordar todo allá, sé que me buscarías y me lo harías saber. [Traga pesado y esconde más la cara en tu hombro.] Seguramente con el tiempo podré dejar de tener miedo. Hoy no es así y perdona. [Suspira.] Te amo.