[Zeno está acostumbrado a la soledad, al silencio, a un cielo oscuro cubierto por nubes. Ahora no es así pero por la mayor parte de su vida, lo ha sido. Su mano juguetea con su medallón de oro como consuelo y alivio, y éste refleja la poca luz nocturna que lo guía.
Pero a pesar de lo vacío de la costumbre, piensa en la gente que ama, que ha amado, y una sonrisa triste está en sus labios.]