[Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había visto a Sigurd, tanto tiempo que había perdido la cuenta de las noches que había pasado sin él a su lado.
El temor de que aquella profecía finalmente se cumpliera era latente, pero la esperanza de la ex-valquiria todavía se negaba a creer que aquellos días felices habían terminado.
Es por eso que se encontraba sentada encima de una roca, apretando con fuerza el anillo que había pactado su unión con él. Su mirada en el horizonte, en espera de que aquella persona volviera a aparecer.]