[Para ser alguien que ha vivido entre sombras, blancas negras y grises, ahora la Ilusionista pone su mejor esfuerzo en impregnar color a las sombras y luces del lugar.
Por allí, quizá, consigan ver por un momento, cómo un edificio obtiene forma. Por el otro lado, ¿son esas flores de colores? Y en medio de ellas, la figura de la Ilusionista manejando el fuego de su lámpara, tratando de expandirlo--
Hasta que la lámpara parpadea y la Ilusonista respira pesado, su figura también pareciendo parpadear antes de que su misma voluntad inquebrable haga que se afirme de esa casi-no-realidad]