[Imaginen dragones. Ni que fuera un concierto de rock indie. Igual, imaginen dragones de metal volando hacia los otros dragones. No, no hace falta que lo imaginen porque hay va uno, y hay un idiota montado encima con mochilas llenas de bombas detonables.]
¡Buen provecho, dragongos! Ha llegado el chef Leo con un almuerzo explosivo.