[No es sólo al dios nórdico residente al que pueden molestar por unos cuántos buenos rayos. ¿No teníamos una hija de Zeus, también...?
Ah, sí, ahí están, rayos y truenos cerca de la playa. Aunque si se acercan a mirar no encontrarán a la joven semidiosa de siempre, sino a una niña con ropas a maltraer y totalmente empapada que lucha fieramente contra un par de monstruos que la siguieron desde el bosque, intentando atavezarlos con su lanza de bronce.] ¿Quieres comerme, feo? ¡Toma esto!