[Un poco alejado del alboroto, hay un hombre con bombín sentado en una banca del jardín. No puedes decir que estuviera ahí hace cinco minutos, pero ahora pareciera que hubiera estado ahí siempre. De hecho, tampoco puedes asegurar que no lo hayas visto por Nadalandia antes. Pero es probable que recordaras un rostro apuesto como ese, ¿no? Lo que es más, ahora que lo miras otra vez, estás segurísimo que es un muy buen amigo, y no puedes entender cómo no lo reconociste antes.
Eso sí, parece algo preocupado. Quizás quieras acercarte a averiguar qué le acongoja.] ¿Qué hiciste, Isobel...?