Comparto absolutamente su opinión en cuanto a las tradiciones. Y sobre el uso de pantalones, lamentablemente yo ya estoy demasiado acostumbrado a usar túnicas como para cambiar a estas alturas. Aunque le seré franco [se pone una mano al lado de la boca]: siempre he creído que las túnicas son como vestidos demasiado largos.
[Atrae hacia él el martini y lo toma con su otra mano.] Asumí que podría venir de un tiempo similar al mío, pero obviamente me equivoqué.