[Con la ropa, siente más el golpe del cinturón que la quemazón del azote. Es una sensación distinta, le provoca vértigo y ganas de más. Pero gime en cada azote, su cuerpo privado de sensación por tanto rato absorbiendo los cinturonazos, regresándole lentamente al estado en que estaba antes.] ¡Si, Mayor!