No hay salida, no hay forma de comunicarnos con nadia fuera de este lugar. La gente a veces desaparece: a veces hay oportunidad de decir adiós, la mayor parte de las veces no la hay. Los demás seguimos aquí. Por lo que sabemos el lugar puede haber tenido gente antes porque la mansión ya estaba, pero en el año, seis meses y dos semanas que he estado aquí, la mansión ha crecido por si misma.