Autor:laurus_nobilis Personajes: Deckerd, Duke Resumen: Duke por fin se entera del final-final de la serie. Notas: Spoilers, obviamente.
Deckerd no podía evitar sentirse culpable por todo el asunto. Sí, racionalmente sabía que no era responsable del momento que Nadalandia había elegido para traer a Gunmax y a Duke, incluso si hubiera sabido cuál era el problema. O que había un problema para empezar. Pero al mismo tiempo, entendía por qué Gunmax se había enojado tanto. Y ahora no sabía qué esperar de Duke.
Una terrible expresión de perrito pateado, eso era lo más probable. Casi prefería pelearse.
En todo caso, no tenía sentido perder tiempo. Cuanto antes se lo sacara de encima, mejor para todos. Deckerd se quedó en una de las salas comunes de la base, esperando que su amigo terminara el turno de su patrulla. Se le debía haber notado en la cara que estaba preocupado, porque lo primero que hizo Duke al entrar fue preguntarle si había pasado algo.
-No… quiero decir, no pasó nada malo -dijo Deckerd-. Pero sí tengo novedades. Estuve algún tiempo de vuelta en nuestro mundo. Yuuta también, en realidad.
La expresión de Duke inmediatamente se volvió cerrada. Eso era todavía peor de lo que Deckerd se había imaginado. Sólo le recordó cuánta práctica tenía Duke con estas cosas.
-Entiendo –dijo simplemente-. Entonces ya no tenemos que guardar secretos.
Deckerd no pudo contener una pequeña mueca. Realmente hubiera preferido un golpe. Eso era más fácil de manejar.
-Justamente de eso quería hablar. En realidad, venimos más tarde que ustedes dos –se apresuró a aclarar-. Regresé a Japón. Enseguida.
Esta vez, ni siquiera todo el talento de Duke logró esconder su asombro.
-Pero… ¿cómo es posible?
-Victim se fue en vez de mí. Él no tenía nada que perder, y yo… mi lugar está con todos ustedes.
-Entonces, todo este tiempo…
-Los estuve preocupando sin motivo –Deckerd inclinó la cabeza-. Lo siento.
Duke se tomó unos segundos para responder, que se sintieron como una eternidad. Deckerd no lo culpaba. Había sido distinto, allá en casa. Todo había sucedido tan rápido que nadie había tenido mucho tiempo de reaccionar, y sólo sintieron alivio, incluso él mismo. Pero ahora Duke y Gunmax llevaban meses convencidos de que no volverían a verlo. Guardándoselo. Tenían todo el derecho a enojarse con él.
-No fue tu culpa –dijo Duke al fin-. No tenías forma de saberlo. Y nosotros tampoco dijimos nada.
-Aún así, quería disculparme con ustedes –respondió él, sintiendo que se relajaba un poco-. Es lo menos que podía hacer.
-Disculpa aceptada, entonces –Duke sonrió un poco, y después ladeó la cabeza-. Y, si puedo preguntar… ¿cómo se lo tomó Gunmax?
-… uhm.
Duke dejó escapar un suspiro.
-Era de esperarse. Pero esta vez no puedo culparlo, a decir verdad –dijo. Y luego volvió a sonreír, antes de que Deckerd tuviera tiempo de disculparse de nuevo-. Vamos a tomar algo mientras escribo mi reporte. Creo que te hace falta.
Lo cierto era que Deckerd no podía discutir con eso. Pero consiguió que se riera un poco por lo bajo, al menos.
-De acuerdo. Y… gracias. Por tomártelo tan bien.
-Son buenas noticias –dijo Duke simplemente-. Sólo tardaron un poco en llegar.