La reacción de Alois tras la partida de Gilbert
Bueno, es la primera vez que publico algo acá. Si cometí algún error o algo, me avisan. Sobre todo con eso de los prompts que no sé si entendí bien x)
Título: - Autor:brillantina Personajes/Pareja: Alois Trancy/Gilbert Nightray Prompt: + Mansionverse + Alois/Gilbert + Regreso Advertencia: - Notas: Teniendo en cuenta la personalidad de Alois, como son sus reacciones tras la partida de Gilbert. Y como le afecta la psique.
La primera vez que Gilbert se fue, Alois huyó del edificio en el que habían convivido durante meses desde su llegada. Corrió, y corrió cruzando la amplia explanada de los inmensos jardines de Nadalandia, hasta internarse en la tupida arboleda del amplio bosque. Se detuvo cuando sus piernas flaquearon, y cuando su pecho le pedía recobrar el aliento. Apoyó el dorso de su brazo contra un árbol, y tras presionar fuertemente sus párpados en un arrebato de ira y desasosiego, quebró el silencio con un grito de desesperación, seguido de un recíproco por qué y las lágrimas que luego quebraron su voz. De pronto se sintió muy solo, envuelto de una oscuridad de la que se le parecía imposible salir. Odió a la Nada en ese momento, la maldijo y hasta tuvo deseos de regresar a su mundo, pese al final que le aguardaba allí.
Pero se repuso. Había formado otras amistades, sabía que allí no estaba solo. Había gente dispuesta a ayudar desinterasamente, y era consciente de ello. Al principio simplemente fingía que la partida de aquel a quién llegó a amar tanto, o quizá más que a Claude, no le había afectado, y fingir le era tan sencillo que posiblemente hasta él mismo creyó en su pantomima. Pero comprendió que jamás lo había superado hasta el día en que él regresó.
La segunda vez que Gilbert se fue, Alois no huyó a ninguna parte. No hubo despedida, no hubo oportunidad para decirle lo mucho que él significaba en su vida. Y entonces algo se volvió a quebrar en él. Esta vez no gritó, y tampoco lloró. De un momento a otro observó sus manos, teñidas de un intenso escarlata. A sus pies, yacían criaturas heridas y otras ya sin vida.
Se detuvo a contemplar el recinto del departamento en el que se encontraba. A Anne no le iba a gustar lo que había hecho, pero no le importó. Eso que se quebró en Alois, lo había corroído y corrompido por completo. Su corazón no era más que una carcasa que se estaba pudriendo, embadurnada de enajenación y amargura.